Como ya escribí hace días, este trimestre deben ir conociendo los distintos puestos que se pueden ocupar en el terreno de juego. Dos incisos: primero que ellos ya son conscientes a esta edad de la diferencia entre delantero y defensa, por ejemplo; y segundo que ya desde que empezamos en septiembre les he ido nombrando las distintas posiciones (eso sí, portero, defensa, medio y delantero, nada más). No les he querido liar hablando de bandas, laterales, etc. En fútbol sala, con cinco jugadores, no suelo jugar de otra forma que no sea portero, defensa, dos medios y delantero. Tan solo cuando algún niño muy flojito jugaba, pasaba a decirles que jugábamos con dos defensas y dos medios, sin nombrar delantero. Tened en cuenta que al final todos van como locos en algún momento a intentar marcar y llegar arriba. Es habitual tener que retenerlos para que no acaben todos en algún momento, caso de dominar en el juego, en área rival. Siempre hay que andar advirtiendo a alguno que se quede por el centro del campo.
He querido simplificar las órdenes que reciben, ya que como os he comentado, siempre me gusta que disfruten de los partidos y no meterles una dosis extra de nerviosismo. Es habitual ver entrenadores todo el partido vociferando o dando órdenes como locos. Creo que estas indicaciones deben hacerse mientras entrenamos y dejar los partidos para que los niños disfruten y también por qué no, dejemos actuar su espontaneidad que habitualmente nos sorprende para bien. Tengamos en cuenta que hay niños que no solamente juegan a fútbol en nuestras horas de entreno. También lo hacen con amigos o familiares en horas de asueto en otros días, fines de semana, etc y en cualquier lugar como casas de campo, lugares de vacaciones... y también cosa que yo he sufrido, hasta en el salón de casa. Por tanto pueden enseñarnos cosas que han aprendido en otro sitio y a estas edades plasmarlo en cualquier momento y nosotros ni saber que dominaba ese aspecto del juego. Es bueno que dejemos a su espontaneidad algo de su tiempo, para tampoco encasillarlos y hacer que sean máquinas que repiten una y otra vez como robots lo que les han enseñado.
Estas órdenes simplificadas son muy pocas y sencillas. Por ejemplo a los defensas "volvemos" o "robamos". A los centrocampistas "solo" o "levanta la cabeza" y a los delanteros obviamente "tiro" o "vuelve". De esta manera estamos haciendo que los niños no se vuelvan locos. Esto es importantísimo y por cierto, igualmente que si no les damos órdenes complejas, tampoco debe hacerse desde la banda o la grada... o sea los padres y seguidores. Es importante que sobre todo en los partidos estén en silencio o simplemente animando, nunca dando indicaciones.
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