De veras que tengo ansiedad por seguir siendo optimista y de veras que estoy convencido de que hay un buen equipo. Y de veras que repito hasta la saciedad que hay varios jugadoras y siempre más de uno por línea de un nivel de liguilla y quien sabe, quizá para optar al ascenso. Pero también es normal que haya altibajos en las temporadas y no hay que tener miedo de decirlo, que aún haciendo partidos discretos nos hemos hecho con los 3 puntos. Ya he hablado de varios partidos donde debimos estar mejor, como por ejemplo en Pueblonuevo donde jugando una hora contra 10 y con un 0-2 nos encerraron los últimos minutos y sufrimos mucho hasta el punto de conceder 3 ocasiones muy claras para ellos. Pero como digo esto puede entrar en la lógica de los ciclos de los equipos, máxime cuando hablamos de los que no son profesionales como la mayoría de jugadores del nuestro. En mi opinión ellos tenían muy claro cómo atacar, mientras nosotros teníamos aún más claro cómo defenderles.
Dicho esto, creo que el partido estaba marcado de antemano por sus dos entrenadores. Compañeros y además amigos, arrancábamos con el 0-0 en la cabeza ya que se conocen demasiado y esto fue así. Comentaba con mi amigo Janio en el descanso que o uno de los dos se volvía loco y arriesgaba o terminaría 0-0 porque ambos equipos estaban bien atrás. Y todo esto con el agravante de que aquí nadie pone cordura ni creatividad en el centro, al estilo del Coria donde la baja de Sergio Alonso les mermaba en el mismo sentido y Javito era cerrado muy bien por Gonzalo y Diop. No me gustaron nada Amorín ni Adri. Especialmente este último, que vive de sus arrancadas y ratonerías, no desbordó en ninguna ocasión. Y además estos dos jugadores con la aquiescencia de Juan García que los mantuvo hasta el 75 y el 85... creo recordar, dentro del campo. En mi opinión ambos deberían haber dejado el puesto a algún compañero mínimo uno en el descanso y otro sobre el minuto 60 ó 65 para que entrara alguien que pudiera aportar algo.
Estos que entraron, Juanlu y Calatrava poco pudieron aportar en tan pocos minutos. Y este último fue protagonista del partido al acabar el mismo. En primer lugar entró nervioso al campo porque tenía puestas las medias rojas, cortadas por el tobillo, sobre un calcetín blanco. El mismo asomaba un poco y el línea, haciendo valer el reglamento, le obligó a quitárselos o tapar por completo el color blanco. Esto provocó que si iba a salir en el 81 u 82, saliera al campo en el 85 y obviamente visiblemente contrariado y acelerado. De hecho no tocó apenas balón, excepto un córner donde es un especialista que por poco no entra como gol olímpico. Sin embargo el problema llegó al salir del campo por el tunel de vestuarios donde el amigo Kike, un aficionado local, vehementemente recriminó poco sudor en la camiseta y aprovechó para decirle que no sentía los colores por ser de Villanueva de la Serena. A todo esto, caliente por el partido, Víctor le insultó por hacerle blanco de las iras de los aficionados locales y tuvo que ser metido en el vestuario a empujones por sus compañeros. Tan solo tengo que decir que necesitamos a Víctor. Es un jugador frío, no transmite como otros, pero es muy buen futbolista. Muy bueno. Y nos hace falta. Que Kike hable así tan solo es fruto de su juventud y como tal hay que perdonarlo. No cabe duda que no conoce la cantidad de futbolistas serones que han triunfado y defendido con ganas esta camiseta. Espero que no valla a más.