EL MÉRIDA AD CONFINADO

Bueno amigos, el primer equipo de Segunda B confinado entero son nuestros vecinos del Mérida AD. Menuda... desgracia. Todos éramos conscientes de que esto pudiera suceder y es más lo veíamos como probable. Pero no por ello podemos dejar de disgustarnos. Mañana pueden ser los rojiblancos, ojalá me equivoque, pero viendo tantos brotes cualquiera sabe. Todo esto teniendo en cuenta que no es la misma situación que en primavera. Es decir, los romanos están en su casa, con 8 positivos y el resto en cuarentena y con tan solo dos jugadores con síntomas leves (es solo unas décimas de fiebre). Los otros 6 asintomáticos. 

Yo soy de los pesimistas que pensaba que esta situación se podía dar. No era muy optimista lo reconozco. Me comentaba un amigo médico que un vestuario con dos docenas de personas bajo el mismo techo y tocando las mismas cosas (manillas de puertas, duchas, hablando a corta distancia, etc) se podía descontrolar porque esas mismas situaciones las han visto en otras ocasiones. Empezar en noviembre y acumular partidos de Enero a Junio no era tan descabellado como parecía. Cierto que los chavales tienen que comer y querían empezar, pero era un bomba que nos puede estallar en la cara. 

Ahora, a todos esos que metían prisa hay que calmarlos. La Federación debe establecer un protocolo claro y conciso. El primer paso es que cada club por desgracia debe asumir la posibilidad de poder llegar a la primera jornada con menos entrenos que su rival. O incluso que puede necesitar meter juveniles en las convocatorias ante la posibilidad de que la plantilla no llegue a los mínimos efectivos. Y a todo ello sumar el dineral que se pueden gastar en tests para detectar el Covid 19 porque para controlarlo hay que hacerlos con regularidad y la Federación no va a costear todos los que estos quisieran. Por tanto a partir de ahora a que todos se mantengan en forma en casa y el que viva en un piso que muestre cordura y paciencia a partes iguales.

Tenemos un entorno muy hostil para el fútbol durante al menos 4 ó 5 meses. Vamos a llevarlo lo mejor que podamos por favor. Nadie tiene más ganas de fútbol que yo. Pero vamos a ser pacientes.