viernes, 28 de diciembre de 2018

A VUELTAS CON LA COMPETITIVIDAD

Vamos a dejar muy clarito a pesar de que lo dije muchas veces:

EL DÍA QUE UN ENTRENADOR DE ATLETISMO LE DIGA A LOS NIÑOS: NO CORRÁIS, SI DA IGUAL GANAR O LLEGAR ANTES QUE NADIE, ID PASEANDO QUE LO IMPORTANTE ES QUE OS DIVIRTÁIS. ESE DÍA LE DIRÉ A MIS FUTBOLISTAS: NO CORRÁIS, DIVERTIROS QUE GANAR ESTÁ SOBREVALORADO Y NO MERECE LA PENA.

Queda claro? Lo digo porque vale ya de demagogia. Hay que salir al campo a darlo todo y eso implica esfuerzo. Cuando lo den todo y salgan cansados da igual perder siempre que se aplique en el campo lo que se aprende a diario, ahí hay felicitarlos y eso les debe hacer sentir orgullosos porque eso es el disfrute.  La importancia del equipo al que se debe aplicar todo este esfuerzo y el concepto de piña está por encima de todo.

En el fútbol hay una lacra que son los padres y entrenadores que quieren ganar a toda costa. Pero fuera de ahí, hay un deporte maravilloso. Lo puedo afirmar con total rotundidad. El pasado viernes un entrenador de un benjamín de Miajadas desde la grada porque no tenía ni ficha de entrenador ni monitor ni delegado, diciendo tonto al árbitro porque no le miraba cuando reclamaba algo. Además de decirle a sus niños que "al suelo que no pase" en innumerables ocasiones. Estos personajes deprorables deben ir derechos a la escuela de la educación y enviado por los propios clubes. Por supuesto los padres una pena, estoy hasta los mismos de los espectáculos que veo. 

El pasado sábado en dos partidos donde estaban Miajadas, Don Benito Balompié y Gimnástico Don Benito, como poco 3 conversaciones de padres entre el móvil y las personas allegadas en ese momento, quejándose de que sus hijos o bien no jugaban en el sitio donde "deben estar" o jugaban poco. Es desesperante sinceramente. Que se tache de inútil a un entrenador que está dando su tiempo a cambio de 4 duros, en el mejor de los casos, durante tantos meses y aguantando a niños cada uno de su padre y de su madre, y que se les trate así. No lo entiendo. Vallanse a su casa y deje en paz al fútbol en general y sobre todo a su hijo en particular. Por el amor de Dios, seamos serios, vamos a abrir los ojos.

Yo ya os digo, lo hice en su día y volvería a hacerlo. Quien me diga que su hijo debe jugar más, estará como poco un día fuera de la convocatoria. No lo digo más claro, imposible hacerlo. Ya lo sabéis. 

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