Es muy complicado hablar de progresión en chavales jóvenes. Me refiero a chavales por ejemplo a partir de los 8 o 10 años. Y digo que es complicado porque la inmensa mayoría arrancan en los campos de fútbol 8 como benjamines con una nota, que se suele mantener hasta pasada la adolescencia... y me explico: Si tú tienes un equipo donde hay un par de chavales que marcan la diferencia siendo benjamines y jugando ya a fútbol 8, lo normal es que ya siendo adolescentes y aún llegando a los 14 o 15 años, sigan siendo esos dos mismos niños lo que sigan tirando del carro del equipo y probablemente marcando las diferencias. También probablemente con alguno más, pero ambos casi seguro que estarán arriba.
Sin embargo esto no es siempre así. No es habitual, pero pasa. Pongo como ejemplo equipos que he dirigido yo. Algunos ahora en juveniles. Todos han mejorado o en mis años o en otros pero han mejorado. Sin embargo, parte de los flojos se han ido cayendo o siguen siendo flojos... a veces sumando más con los años aún teniendo poco nivel, pero siendo siempre parte del grupo más modesto.
Sin embargo hay un equipo que rompe todos los esquemas habidos y por haber. Hay un equipo, que aún no voy a nombrar, que fue de los últimos siendo benjamines, prebenjamines, alevines... Y sin embargo no sé si la gestión del grupo, los niños que se han ido añadiendo por el camino, los entrenadores (que obviamente tienen mucha culpa)... han mejorado de manera increíble. Ahora forman un equipo compacto, fuerte arrancando desde atrás y con lucha, entrega e inteligencia arriba y en la media punta que hace suplir la falta de técnica de algunos de ellos. No sé si esto será suficiente para estar arriba conforme pasen los años, pero a día de hoy tiene muy buena pinta, os lo aseguro.
Seguiremos contando esta y otras historias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El comentario será moderado al analizarlo y nunca se modificará. De ser desechado se enviará notificación al autor.