Jugar frente a un equipo de presupuesto similar, por supuesto, no quiero desmerecer a los cacereños, pero con 1 menos 50 minutos y no dominar al menos... Porque ya no me vale la milonga de este buen señor, que nos dice que no quiso entrar la pelotita. Eso no me vale, lo siento. El equipo me hizo sufrir porque era incapaz de organizar jugadas cerca de su área, y tan solo un niño de 18 años de 1.95 por lo menos eso sí con el trabajo siempre inconmensurable de David Agudo, pudo ponerlos en algunos aprietos. Ni Raly Cabral, ni Dani Martínez (aunque sí alguna vez por rachas), ni Manu Miquel, ni nadie fue capaz de dar 4 pases seguidos para conseguir alguna jugada de peligro colectiva. Para nada.
La defensa esta vez fue Gonzalo (bien comos siempre) y Lolo Pavón en el medio. Trini y Ale Herrera en bandas. Manu Miquel y Essomba delante. Qué paso? pues que el entrenador va cogiendo el hilo a la categoría. Si no juegas con dos medio centros, es porque la línea de 3 ó 4 de delante trabaja mucho, pero no es nuestro caso defendiendo. Eso sí, con dos pivotes defensivos teníamos menos fútbol, eso es obvio. 4-2-3-1 de toda la vida y el equipo no funcionaba. Y lo peor es que hubo cambios en la segunda parte y la inoperatividad era manifiesta y continuada. Cierto que Carlos López intentaba sacar el balón jugado y llegar al área, pero no era posible. De hecho da la sensación de que este equipo lo tiene imposible, a pesar de que el Cacereño no fue mejor que nosotros.
Esto no mejora. Me dicen que si perdemos en Villanueva el entrenador caerá. Pero también os digo que con algunos jugadores no creo que se pueda hacer mucho más, no porque sean malos, sino porque creo que ya están bloqueados y el fútbol es un estado de ánimo, no era asi?. Me duele decirlo pero así es. Creo que ya no está Iván Garrido el psicólogo que tan buen trabajo hizo en el pasado. Que bien nos vendría ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El comentario será moderado al analizarlo y nunca se modificará. De ser desechado se enviará notificación al autor.