domingo, 10 de noviembre de 2019

LOS ENTRENADORES DEBEN TRANQUILIZARSE

Ayer disfruté mucho con mi deportivo en la Ciudad Deportiva Jesús Navas, ganando al Sevilla Atlético 2-3 en un partido muy completo, a pesar de que como digo siempre es imposible 3 puntos sin sufrir (o casi imposible) por lo que los últimos minutos nos llegaron en algunas ocasiones con peligro. Pero como digo, siempre detrás de un partido de los nuestros muy completo. Me gustó como fuimos a buscarlos a su área en muchas ocasiones (Abraham no escatimó esfuerzos ayer, igual que Artiles o Matheu Santana, entre otros) y también como la defensa encimaba siempre sus recepciones de balón, de manera que les costaba horrores acabar sus jugadas claramente. Y de nuevo por cierto, cuando lo hacían, Sebas Gil lo paraba. Hasta en 3 ocasiones paradas ganadoras, que le llaman ahora. Creo que esta temporada superará la mejor que ha hecho en nuestro club, que fue la del campeonato de liga hace dos años. Está a un nivel increíble.

En cuanto al tema del título, es debido a que me he encontrado un par de casos este fin de semana y otro par de ellos la semana pasada, donde las voces, indirectas, quejas, etc de los entrenadores, acaban influyendo negativamente en jugadores y padres, de una manera brutal. Ayer por ejemplo en mi partido de cadetes, el entrenador del otro equipo desde el minuto 1 no paró de decirle al árbitro lo que tenía que hacer, además con unas voces atronadoras. Cierto que en mis 13 años de entrenador, una vez perdí los papeles y aunque no insulté al árbitro y ni mucho menos agredí, faltaba más, sí es cierto que un metro dentro del campo me puse a decirle que estaba "puteándonos y lo sabía" y que si seguía así me llevaría al equipo de allí. Después de 1.000 partidos uno me exalté un poco (aunque tengo pantallazos del árbitro diciéndole a un chaval que con él, el Deportivo Don Benito le iba a costar ganar porque le caíamos mal, pero en fin). Pero lo que nunca se puede hacer es poner a los niños nerviosos y alterados. Este Señor, no paró de dar voces. Es más, después de una expulsión más que justa (el niño se salió directamente del campo sin protestar y sabiendo que era roja, incluso antes de sacársela) el entrenador grita "echa a otro a ver si nos ganáis así" porque iban ganado 1-3. En fin, son gente muy patética, me dan lástima sobre todo. Esto derivó en que empezaran a darnos patadas y uno de mis chicos, a la tercera y con una rodilla pelada y amoratada, al levantarse le dijo a su agresor "me cago en tus muertos". Y obviamente roja y merecida. Pero además unos minutos antes, al sacar mi portero de puerta, uno de ellos le llevó un codazo a la nariz, y todo esto al sacar de bolea. Descaradamente su entrenador amedrentando al árbitro y diciendo que se estaba cubriendo (a 2m de altura, increíble). En fin, un energúmeno que hizo del partido un encuentro agrio y nada agradable para la diversión, que es el fin junto con el aprendizaje. 

Por la noche, la nueva Escuela de Fútbol de las Vegas Altas o de La Serena o no sé como se llama, formada por chicos de los pueblos de Zurbarán, Torviscal, Palazuelo, etc jugaron en Don Benito con nuestros juvenil A. Pues bien, 12-0 y para nada alentado desde el banquillo (por si alguien quiere llamarlos abusones), simplemente que había jugadores que habitualmente tienen menos minutos y obviamente fueron a por todas. Pues bien, un padre y un abuelo, insultando a árbitros, líneas y toda su ascendencia, porque alguna falta no era, o algún penalty... para ellos era dudoso. Vergonzoso. Un abuelo a 3 metros del línea diciéndole: "qué miras? sois maricones, eso es lo que sois, malos y maricones, que me salto y te parto la boca" Un abuelo a un chico línea de veintitantos años... como os lo digo. Además, qué tiene que ver la orientación sexual de una persona con pitar mal, según él, una jugada? Nos teníamos que sonreír, qué le vamos a hacer. Si el línea pierde los papeles como él, se salta y le pone al abuelo la boca como Carmen de Mairena.

Por eso, y como ya escribí hace tiempo, hacerle un favor a vuestros jugadores, y tranquilizarlos en todo momento. Es como saldréis ganando. Poniéndolos nerviosos no ganaréis ninguna jugada, os lo aseguro. Abstraerlos de todo lo externo y que se centren en el juego. Así de paso les educamos, lo recordáis? ese debe ser el primer objetivo.

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