En una conferencia de este fin de semana, le comentaba una chica joven a Rafa Nadal, que como podía reclamar un punto por botar fuera de la línea la pelota, si era un amigo suyo el que estaba en frente y había marcado fuera con su voz. Pues bien, sencillamente genial: Estamos compitiendo, desde el respeto, yo busco ganar siempre y para eso somos deportistas, a modo de resumen.

Pero tras todo esto está un deporte, competitivo, donde hay que aunar trabajo para realizar un esfuerzo que tenga como objetivo la victoria siempre, a pesar de que la misma no está garantizada nunca.
Lo dice Rafa Nada, que es Dios, y vale. Pero digámoslo los demás. Que no pasa nada. La competitividad no está reñida con la diversión. Y nosotros vamos a disfrutar amigos. Seguimos.
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