Veo que hay muchos entrenadores y monitores que van marcando pequeñas pautas que varían en función de tiempo, números de jugadores, etc o lo que es decir lo mismo, tienen tantas variables en su cabeza, que su programación para el trabajo semanal va variando cada poco tiempo.
Esto es importante de decir, porque algunos equipos van cometiendo los mismos errores durante los meses, sin el menor atisbo de mejora. Por tanto, además de cerciorarse de cual fue el trabajo del año anterior y analizar el nivel y capacidades de todos y cada uno de los integrantes de la plantilla, hay que buscar y fijar objetivos, además de hacer una programación cronológica y donde queremos llegar.
Además, todo esto creo que no es demasiado complicado. Me explico. Para mí este año, con niños de 13 y 14 años, lo primero que detecté era que tácticamente no tenían ni la más remota de idea de como colocarse en el campo. Por tanto lo primero que trabajé fue un sistema 1-4-1-4-1 y en pocas semanas introduje el 1-4-2-3-1 para tener capacidad de reacción durante los encuentros. Ya este tercer trimestre trabajamos con alguna variante más, como un segundo delantero puro, interiores, etc.
Pero si bien este trabajo colectivo es importante, no es menos el trabajo individual. Estamos en edades donde es importante trabajar la técnica individual. Son niños y van empapándose de todo el trabajo diario que les damos para ejercitar. Yo siempre dedico un bloque inicial tras el mínimo calentamiento (ya que este bloque también sirve como tal) a la técnica individual. Siempre con balón y siempre variando los ejercicios de un día para otro: toques en corto, controles orientados, control de amortiguación, toque de cabeza, controles, saques de banda, controles tras los saques, pases en largo... y así un largo etcétera.
Si un entrenador llega y en una hora les da para jugar un partido mal. Si un entrenador llega y dedica 20 minutos a tirar a puerta y luego partido, también mal. Vamos a dedicar más tiempo a la formación, porque entre otras cosas, no me puedo cabrear con un chaval que hace un mal control y provoca una situación de peligro para su equipo por sufrir un ataque en inferioridad, si no he trabajado ese aspecto con los chavales. Me explico?
Dicho esto, me he quedado agusto... no creéis? Pues sí. No es buen entrenador el que llega y dirige un equipo con desgana. No lo es si dejas a un mismo chico siempre sin opciones a reivindicarse en el terreno de juego. No lo es ni será nunca buen entrenador, si no mandas al banquillo a uno que o es muy bueno y no lo demuestra, o es muy malo y lo mantienes ahí. Ni es buen entrenador el que pone siempre a fulanito, por ser hijo de... hermano de... amigo de... todo esto solo le llevará a perjudicar al equipo y por ende, a invitar a más de un niño a dejar la práctica del fútbol. Y esto os lo puedo asegurar.
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