miércoles, 14 de noviembre de 2018

DE NUEVO LOS PADRES LIÁNDOLA

Hay pueblos que sería impopular nombrar pero donde la mayoría de equipos suelen tener problemas con la afición local. He ido a campos donde nos han insultado, bejado, abucheado, nos han quitado el agua caliente... una pena la verdad. Vamos de una ciudad, muy pequeña, pero una ciudad, y en los pueblos nos creen prepotentes por ello o algo. Cuando nada más lejos de la realidad. Sabemos que es en los pueblos con los árbitros desleales y corruptos habitualmente, donde es más difícil ganar. Es duro decirlo así pero es cierto.

No os voy a contar la cantidad de jugadas vergonzantes en un partido de cadetes en Navalvillar de Pela hace pocos días. Vamos que era imposible ganar. Penaltis, faltas sin pitar, goles anulados, etc etc etc Como digo vergonzante. Y nunca hay informadores, nunca hay responsables de la federación, etc Hay que resignarse. Esto no puede cambiar nunca, hay motivos demasiado fuertes como el económico para que siga este sistema. Por otra parte tampoco la Federación Extremeña de fútbol creo que pueda hacer poco o nada para evitar estas situaciones bochornosas.

Sin ir más lejos el pasado domingo, el Infantil B del CD Don Benito, acabó ganando al CD Quintana, de Quintana de la Serena, por 3-2. Este equipo se está adaptando aún al campo, han llegado ahora al fútbol 11 y están aprendiendo. Además están cogiendo los conceptos muy rápido y esto por cierto genial para mí, ya que me estoy aprovechando del fantástico trabajo de Patri con ellos, ya que cuando he necesitado algún jugador para el A, han venido con un nivel muy aceptable a pesar de la edad y el poco tiempo en este campo con estas dimensiones. Sin embargo la victoria fue in extremis, por 3-2 y merced a un penalty que apenas criticaron ni los mismos chavales (al parecer clarísimo, yo no lo vi la verdad). Pues esta fue la excusa para que dos madres pagaran la frustración con un árbitro de 15 ó 16 años, que dudo que esa mañana se levantara pensando en fastidiar al que llegara de fuera. Le hicieron llorar, le insultaron, le amedrentaron, ... tan solo la llegada de otros árbitros y padres locales evitaron lo que quizá pudiera haber sido más que palabras malsonantes. Una vergüenza. Y lo peor, los niños visitantes viendo este comportamiento, cómo se iban a portar? no iban a insultar también? No perdieron la vergüenza igualmente que sus progenitoras? Patético, muy patético, sinceramente.

Más que nos fastidian a nosotros no fastidian a nadie. No me cabrían en los bolsillos los puntos que me han robado por los campos de los pueblos de la Serena. Pero hay que serenarse, pensar en la formación de los niños, y relajarnos para disfrutar de este deporte. En la conciencia de esos árbitros y padres, quedan los nubarrones de mala educación y ya se les volverá en contra. El Karma, es lo que tiene.

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