miércoles, 6 de abril de 2016

"SAL AHÍ Y DISFRUTA"

Ya lo he oído demasiadas veces. Es cierto que un futbolista debe disfrutar con el fútbol, debe ser para él un juego, porque realmente es un deporte que se basa en un juego. Pero no siempre es posible esto. Y además hay que enseñarlo a edades tempranas. Si vas ganando por mucho y puedes permitirte licencias, puedes hacer algo divertido siempre sin faltar el respeto al equipo contrario. Sin embargo cuando estás disputando un resultado o buscándolo, hay que estar preparados para dar el máximo. Esto lo entienden bien en otros deportes como el atletismo. Quien corre una maratón sabe que cuando acabe ésta, se sentirá bien y ese es su objetivo, pero mientras la está corriendo, a no ser que seas masoquista, estará sufriendo contra su físico, su límite y sobre todo contra su cabeza. En el fútbol es parecido, no nos engañemos. Podemos disfrutar en los entrenos, en las convivencias, en los viajes, en los pre y post partidos... pero debemos dejar claro a todos los futbolistas que deben sufrir en muchas ocasiones para cumplir el objetivo.

Porque "sal ahí y disfruta" queda muy bien. Y los entrenadores - formadores - educadores que estamos involucrados en el fútbol base sabemos de lo que hablamos, a pesar de que la mayoría lo nieguen. Sin embargo os planteo una situación: te enfrentas a un equipo con un 9 buenísimo. Un niño por encima de los demás físicamente (ni siquiera técnicamente). Y si cuentas con dos centrales distintos y eres un entrenador que tiene claro que deben jugar todos por igual (en idénticas condiciones de esfuerzo durante la semana en entrenos y seriedad-compromiso con el equipo), y hablando de fútbol 7 u 8 por ejemplo, ¿crees que ese niño (el más flojo de los dos) va a disfrutar esos 12 minutos marcando a un niño que esté muy por encima de él? Pues no. Ese niño no va a disfrutar entendiendo disfrute como algo lúdico asociado a diversión. Ese niño disfrutará cuando acabe el partido porque tú le hayas enseñado a estar contento con darlo todo e ir plasmando en el campo lo que se le enseña a diario aunque sea poco a poco. Ese esfuerzo le debe hacer irse a casa contento y si no lo hace, para eso está su entrenador, para animarle y felicitarle para darlo todo. O si no es el caso, para animarle positivamente y constructivamente para que el próximo partido sea mejor que este.

Digo esto porque hay veces que desde la grada esto no se entiende. ¿por qué pone a ese a marcar a fulanito?, ¿ese niño está amargado?, ¡saca a ese niño que no corre!... Todos estos comentarios se escuchan demasiado en los padres-familiares de los niños. Deben estar preparados para "sufrir", entendiendo por sufrir esas fases del partido donde deben ir al límite de su físico y que no conlleva más que unos minutos de aliento para recuperar sus fuerzas. Esto es así y así debe educarse a los niños. Porque en natación se sabe... en atletismo se sabe... en ciclismo se sabe... pero en fútbol aún no. Porque millones de padres procesionan hacia los campos de fútbol a diario o sin saber nada de ésto o pensándose seleccionadores-entrenadores-comentaristas... o no? Sinceramente creo que sí.

En cuanto a fútbol local, me gustó el cambio de actitud del Cd Don Benito el pasado domingo. Aire fresco que aportaron Cristian Beltrán (el mejor del partido) y Miguel Lapman. Además el mejor partido del año de Patri (acabando muy bien la temporada a sus 38 años) y de Garretas, un central que yo, independientemente del tipo de proyecto que se haga, amarraría ya para el año que viene. Un defensa seguro, que garantiza goles y que además está a un nivel muy por encima de los centrales locales y comarcales que el club puede permitirse a día de hoy. El juvenil nacional no lo entiendo. Descenso a la vista y el único club de la comarca (el único, pararos a pensarlo) que no tiene ningún equipo en primera división. Una pena, pero es así, volvemos a los tiempos de Jacinto o por debajo quizá. Hay años que no sale nada. El domingo le ponía el ejemplo a un juvenil, del cadete del año pasado: un equipo hecho para subir y muy muy muy bueno, quedó tercero o cuarto en liga, penoso y sin jugar siquiera playoff. No le salía nada, la verdad. Todo el mundo miraba al banquillo, pero hay que decir que hay años que es increíble. En fin... vivir para ver.

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